Teofrasto (filósofo griego) andaba con sus discípulos paseando y explicándoles acerca de como el espíritu humano era capaz de superar la adversidad. Sentado en una senda de una montaña, buscó en el suelo y cogía una piedra negra.
Al cogerla, esta piedra se deshizo en cenizas en su manos… miró a sus discípulos y les dijo: «el ser humano es como está piedra, parece ser fuerte y, a veces, deshace en las manos de los demás. Sin embargo, como un Ave Fénix renace, cambiando y transformándose, apareciendo mucho más fuerte. Y, observar, que en su espíritu renace la belleza… como está piedra».
Levantando la mano, les enseñó entre sus dedos una gema brillante de color verde y rosa que había aparecido entre las cenizas: TURMALINA SANDÍA.
La TURMALINA ROSA representa al espíritu femenino y la TURMALINA VERDE es la representación del hombre. La TURMALINA SANDÍA combina estas energías para lograr una fusión completa de las energías.
La TURMALINA SANDÍA permite sentir el amor, aumenta la confianza en él y te permite poder transmitir este amor hacia otras personas. Con la turmalina sandia se puede contar con una protección en todos los niveles.
La TURMALINA SANDÍA puede mejorar la sexualidad de la pareja.
A nivel emocional ayuda a liberar aquellos sentimientos de culpa que puedan estar afectando y es perfecta para liberar las angustias.
La TURMALINA SANDÍA favorece el espíritu emprendedor y revitaliza el cuerpo.
Este mineral está considerado desde la antigüedad como una gema. Los Zares Rusos y Emperatrices Chinas las tenían entre sus más preciadas joyas.
El Sueño de Alma 